En algún momento de nuestra vida y la de nuestra vivienda, llega el momento en que nos damos cuenta que la misma necesita una reforma, ya sea para para cambiar radicalmente su energía, o para que vuelva a tener el esplendor que poseía antes.
independientemente de la razón a la que se deba la modificación que queremos realizar lo importante es que, además de ser estéticamente atractiva, deberá ser eficiente. esto nos permitirá resguardar el medio ambiente a la vez que favorecerá a la economía hogareña gracias al ahorro de recursos energéticos.
La climatización de una vivienda es la instalación que más energía consume, sin embargo, hoy en día dicho consumo se ha ido disminuyendo gracias a la profundización que han experimentado los sistemas de eficiencia energética en la construcción, proveyéndonos de una gran cantidad de sistemas que nos permiten ayudar a que la cotidianidad en el hogar sea más cómoda y con un consumo energético mínimo. uno de estos sistemas en la aerotermia, del cual hablaremos a continuación.
los sistemas aerotérmicos constan de bombas de calor de última generación diseñadas para aportar refrigeración en verano, calefacción en invierno y, si se desea, agua caliente todo el año.
Se entiende como “aerotermia” a “la energía almacenada en forma de calor en el aire ambiente”. para ello, se utiliza un sistema de traspaso compuesto por dos elementos: una unidad exterior que capta las calorías, y una unidad interior que se las traspasa a un circuito de agua, como si fuera la típica “calefacción central”. estas calorías son transportadas por un líquido refrigerante que circula entre ambas unidades y es impulsado por un compresor.
Sintéticamente, la aerotermia es un sistema que enfría o calienta nuestra casa obteniendo la energía del aire del medio ambiente. pero, a diferencia de la energía eólica que utiliza la fuerza del aire o del viento para generar energía; la aerotermia utiliza la energía contenida en el aire.

• Alta eficiencia. Consume menos energía (kWh) que los sistemas de calefacción tradicionales y eso se aprecia en la factura mensual.
• Es una energía renovable y, por lo tanto, sostenible.
• No requiere casi mantenimiento, es como un electrodoméstico más.
• No produce combustión (no hay caldera). No hay humo ni residuos. Es más segura.
• Toda la casa puede funcionar exclusivamente con electricidad, sin necesidad de contratar gas o suministros de combustible. 
• Puede ofrecer aire acondicionado.
• La instalación aerotemia es mucho más sencilla y mejor que una de funcionamiento con energías no renovables.
• Se pueden combinar sus salidas (radiadores tradicionales, suelo radiante, bombas de calor, etcétera). 
• Es la calefacción con menor consumo energético.

• Su coste inicial suele ser más alto (aunque se compensa a lo largo de los años con el ahorro en consumo).
• La instalación de equipos de aerotermia suele implicar que haya que aumentar la potencia contratada de electricidad.
• No es aconsejable en áreas climáticas muy frías, ya que su rendimiento es menor.
• Requiere de una unidad exterior, lo que puede ser un engorro en cuestión de ubicación y estética.