Cuando estamos frente a una persona con discapacidad tenemos que tener en cuenta que tiene necesidades diferentes a las que puede llegar a tener alguien que carece de dicha limitación. Es importante empatizar con estas personas y facilitarles su desempeño lo más posible. También deberemos tener en cuenta frente a que tipo de discapacidad estamos ya que, no todas las personas tienen la misma discapacidad y no todas estas ultimas poseen las mismas necesidades en cuanto a higiene. Entonces, debemos saber que no va a ser lo mismo reformar un baño para una persona con discapacidad visual que para una que posea movilidad reducida. Por ejemplo, mientras el primero va a requerir que se tenga principal prioridad en el contraste de colores; el segundo, va a requerir que los espacios sean mucho más amplio para poder contar con asistencia.
Si debemos reformar un baño común en uno con accesibilidad para algún o algunos tipos de discapacidad, no debemos sacrificar el atractivo estético. Es decir, podemos hacer algo funcional y bello a la vez, respetando nuestros gustos, estilo y personalidad.
MEDIDAS DE BAÑO ACCESIBLE USUARIOS DE SILLAS DE RUEDAS
Los baños para personas con discapacidad deberán respetar ciertas normas para garantizar la seguridad del usuario. En este post, intentaremos describir algunas de ellas a continuación.
El ancho mínimo de la puerta deberá ser de 80 centímetros para garantizar que la silla de ruedas logre pasar cómodamente por la abertura. Si la misma abre hacia adentro el usuario podría quedarse encerrado adentro, por lo tanto, deben abrir hacia afuera. También se pueden colocar puertas corredizas, las cuales poseen la ventajas de que son más fáciles para usar y requieren menos espacio para su instalación.
En el interior, el usuario de la silla de ruedas deberá poder moverse y girar con facilidad, para ello se debe poder inscribir en el baño un círculo de 75 centímetros de radio hasta una altura de por lo menos 70 centímetros.
El lavabo debe dejar una altura libre para que la persona en silla de ruedas se pueda acercar de manera más fácil (al menos 70 centímetros); es decir, no pueden llevar pedestal. Lo ideal es utilizar lavabos de altura regulable. Por otro lado, el borde superior no podrá ser mayor a los 85 centímetros de altura. En cuanto a los accesorios, los mismos deberán emplazarse a una altura que se ubique entre los 70 centímetros y los 120 centímetros; ésto con el objetivo de que estén a la mano del usuario y lo ayuden a atenderse más fácilmente.
A los espejos se les deberá poder regular el ángulo o ya colocarlos con una inclinación de aproximadamente 10 grados para que a las personas en sillas de ruedas les ayude a mirarse con más facilidad.
inodoro
Para que quien esté en silla de ruedas pueda realizar fácilmente la transferencia desde esta última al inodoro, lo ideal será que la altura del mismo coincida con la de la silla; por lo tanto, se aconseja que esté comprendida entre 45 centímetros y 50 centímetros. El modelo preferente a utilizar aquí son los inodoros tipo mural por la facilidad de control de su altura de instalación que se tiene.
Se deberá garantizar al lado del inodoro un ancho libre de 80 centímetros, para lo cual la medida desde el eje del inodoro a una pared lateral o a un obstáculo deberá estar comprendida entre 95 centímetros y 105 centímetros; ésto como mínimo. Para facilitar la transferencia del usuario, se deberá contar que el espacio libre lateral descrito anteriormente posea un fondo de 75 centímetros hasta el borde de adelante del inodoro. Los mecanismos de descarga, generalmente, se colocan a una altura que se encuentre entre los 70 centímetros y los 120 centímetros.
A ambos lados del inodoro se deben colocar barras; pudiendo ser las dos abatibles o una abatible y una fija. Se deben colocar a unos 35 centímetros del eje del inodoro y a una altura del suelo de aproximadamente 70 centímetros a 75 centímetros.
Para los usuarios cuya discapacidad sea una visibilidad reducida, se deberá tener en cuenta que el asiento del inodoro deberá ser de un color que contraste y se diferencie fuertemente del resto del inodoro.
ducha
Para la ducha, lo ideal es que su piso sea el mismo que el del resto del baño, con una pendiente hacia el desagüe del 2% o menos. La superficie del suelo se deberá reformar para que sea antideslizante. Se deberá fijar un asiento a la pared a una altura entre 45 centímetros y 50 centímetros, con respaldo. En cuanto a la profundidad de este asiento, deberá ser tal que permita el limpiado de la espalda del usuario. Las medidas para una ducha sin tener en cuenta una persona adicional que asista será de 135 centímetros por 135 centímetros; en el caso de que sí se la requiera, esa medida pasará a ser de 235 centímetros por 235 centímetros. Además se las deberá proveer de una barra vertical que no se encuentre a mas de 140 centímetros de altura y, una barra horizontal para ayudar a levantarse, a uno 75 centímetros de altura. También, del eje del asiento a la barra al costado de la ducha; deberá haber un espacio de entre 35 centímetros y 40 centímetros.
BAÑOS ADAPTADOS Y SUS TIPOS DE BARRAS DE APOYO
omo se vio en lo descrito en todo lo anterior, las barras ocupan un papel preponderante en el diseño de los baños con accesibilidad. Justamente por la importancia que poseen no pueden ser de cualquier material sino que deben respetar ciertas características. Deben ser fáciles de limpiar y lograr soportar un peso de aproximadamente 150 kilogramos. Su sección es siempre circular con un diámetro de entre 3 y 4 centímetros y deben estar separadas de la pared entre unos 4,5 y 5.5 centímetros; a la vez que ancladas. Se las deberá anclar en su mitad siempre que posean una longitud mayor a 80 centímetros y, preferentemente, deberá ser antideslizante.
Para ayudar al usuario de silla de ruedas a sentarse y pararse se encuentran las barras angulares. Estas poseen un tramo horizontal combinado con un tramo inclinado unos 45 grados.
Para las transferencias desde la silla de ruedas al inodoro y, para levantarse y pararse, se utilizan barras horizontales colocadas a una altura de 70-75 centímetros del suelo y aproximadamente a unos 30 centímetros sobre el inodoro.
Las barras verticales se usan para pararse y rotar y se colocan a una distancia entre 75-145 centímetros desde el suelo. Actúa de forma complementaria a los dos tipos de barras nombrados anteriormente.
Las barras abatibles ayudan a que la persona en silla de rueda pueda erigirse y transferirse hacia al inodoro, para luego volverlas a bajar y servir como sostenimiento lateral. Deben ser lo suficientemente seguras para no bajarse de manera accidental mientras el usuario se esta moviendo desde la silla al inodoro.