Los aislamientos más conocidos son aquellos que utilizan un material conformado como placa para aislar. Como alternativa a ésta última se pueden encontrar los tratamientos térmicos insuflados. Los hay de tres tipos, todos de materiales naturales, pudiendo ser de celulosa, fibra de madera y corcho, siendo éste último el que vamos a desarrollar detalladamente en este post.
El principal aspecto a tener en cuenta a la hora de elegir si optar por una placa para aislar o por un tratamiendo insuflado será que para este último necesitamos crear una cámara de aire para luego insuflar el material. Esto determinará que, en muchas obras, debido a cuestiones constructivas no podremos aplicarlo. Los insuflados tienen como ventaja que se adaptan facilmente al espacio, no requieren juntas (las placas sí), y se logra inmiscuir en todos los espacios de la cámara.
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El corcho es un material natural que se a partir de un árbol que recibe el nombre de “alcornoque”. El corcho corresponde a la corteza de éste arbol el cual posee la característica de poder regenerarla. Cuando el árbol posee entre 20 y 30 años de edad se produce el primer desprendimiento de corteza, sucediendose los siguientes cada aproximadamente 10 años.
La estructura celular del corcho se caracteriza por poseer células pequeñas que encierran volúmenes de aire, cada una de ellas envueltas en una membrana impermeable de gran resistencia. Esta composición química del corcho hace que sea un material muy resistente al ingreso de agua en su estructura (material hidrófugo), compresible, elástico, resistente a la fricción y un gran aislante tanto térmico como acústico. También es un material que se comporta de manera químicamente inerte mucho mejor que muchos otros materiales lo que lo hace resistir fuertemente ante el desgaste por el paso de los años y a los cambios de temperatura y humedad.
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EL CORCHO NATURAL INSUFLADO COMO MATERIAL AISLANTE
Se trata de un material de textura granulada de corcho natural. Algunas de sus aplicaciones son: proveer aislación térmica mediante el relleno de cámaras de aire; aislar acústicamente ambientes reduciendo exitosamente el ruido entre locales contiguos; evitar la condensación; reducir las pérdidas de calor y frío en los ambientes; ayuda a disminuir el moho y los hongos (muy recomendado para viviendas emplazadas en zonas que suelen experimentar elevados porcentajes de húmedad). Es una gran opción a la hora de realizar una reforma de asilación térmica y/o acústica de tu vivienda (si necesitas una subvención económica para realizarla nosotros te podemos ayudar a obtenerla).
- Elástico: Cuando se aplcia una fuerza al corcho este se deforma, pero al dejar de aplciarla, el material vuelve a su posición original.
- Conductividad térmica reducida: El corcho es un material que logra aislar exitosamente y no conduce el calor gracias a su composición física y química (explicada anteriormente).
- Químicamente inerte: El corcho no es un material reactivo, por lo tanto, no participará en reacciones químicas que pudieran suceder en su cercanía. Esto es lo que lo hace, entre otras cosas, evitar la condensación.
- Alta resistencia a la fricción: Posee una alta durabilidad frente al paso del tiempo.
- Liviano: Es un material de muy bajo peso.
Primeramente se debe revisar que la cámara donde vayamos a colocar el corcho se encuentre cerrada de manera hermética para que, no se vaya a dispersar el material una vez colocado.
Se debe evaluar la cámara y determinar su capacidad volumétrica para poder determinar cuanta cantidad de producto se va a requerir para poder llenarla. Se deberá tener en cuenta que se debe colocar entre un 10% y un 15% más de volúmen de producto que la capacidad del hueco, ya que, tiempo más tarde dicho material se compactará.
Luego, se procede a realizar agujeros utilizando un taladro, los cuales deberán tener un diametro igual o mayor que la herramiento de la pistola que se utilizará para insuflar el corcho; debiendose colocar a una distancia entre ellos de ochenta centimetros aproximadamente.
Se comienza el insuflado por la parte más baja del muro, se llena el hueco y se prosigue con los siguientes. Este procedimiento se suele realizar con un compresor de aire, una manguera de aire y una pistola de insuflado (lo más recomendable es que sea una pistola tipo gravedad con tolva); el caudal mínimo es de doscientos litros por minuto. Una alternativa para la aplicacion es la utilizacion de dispositivos industriales con alta capacidad de rendimiento, que son confeccionadas especialmente insuflar.
Finalmente, se realizan golpes de poca fuerza en la parte más baja del muro utilizando una masa de gom. Luego se tapan los agujeros con masilla o algun otro tipo de material que pueda ser utilizado para cumplir dicho objetivo.
- En todo momento el material a insuflar se debe mantener alejado de niños
- El aplicador deberá contar con elementos de protección
- No se deberá insuflar producto si no está garantizada la hermeticidad del hueco.
- No se puede respirar el polvo del producto ya que, puede traer como consecuencia la irritación de las vías respiratorias. Quien sea el encargado de insuflar el corcho deberá usar mascaras y gafas protectoras, y guantes.
- Antes de ser insuflado, el material no deberá entrar en contacto con agua o elevados niveles de húmedad ya que, se generarán grumos y hasta se podría petrificar completamente.
- Debe permanecer, durante su transporte y almacenamiento, en lugar fresco.
- Se lo puede conservar en condiciones propicias hasta 1 año despues de haberse fabricado.
- Se lo debe conservar errado en su envase de fábrica y protegido de la humedad.